ContraHegemonía en Comunicación

martes, 16 de junio de 2009

AMARC-Argentina: "Lo que se lleva adelante es una lucha por la democratización de las comunicaciones"

Paula Castello es miembro de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). En esta entrevista nos cuenta cómo funciona AMARC y qué tareas realizan en Argentina y en Latinoamérica.


Contanos qué es AMARC

AMARC es la Asociación Mundial de Radios Comunitarias. Es una red que articula al movimiento de Radios Comunitarias. Se fundó en el ‘83 en Quebec, Canadá. De ahí en adelante se empezó a articular en las diferentes regiones. Con el paso del tiempo se van haciendo asambleas mundiales cada 3 ó 4 años. En cada una de esas asambleas la red fue ganando institucionalidad y también definiendo un perfil político a medida que se fueron incorporando diferentes actores de varios lugares del mundo. Hoy AMARC está organizada en 5 regiones en todo el mundo. Una de esas regiones es América Latina y Caribe.

Y en América Latina hace alrededor de 8 años más o menos, se dio un proceso de refundación que básicamente tiene como principios la descentralización y la construcción desde las bases. Eso se traduce en lineamientos políticos, en una forma de organización, tiene que ver con que haya instancias nacionales de articulación de AMARC.

Hay diez programas de trabajo, cada uno con una persona a cargo pero también formando equipos tanto a nivel regional como sub-regional como los espacios nacionales.

¿Cómo se da esta articulación entre los espacios de base?

La instancia de participación más directa son los espacios nacionales, de hecho en cada país se va dando la forma que mejor les parece. Por ejemplo, en algunos países como Perú hay una red nacional que al mismo tiempo es representación de AMARC. En otros países como Argentina hay una mesa nacional que la integran 5 radios y al mismo tiempo hay 5 áreas de trabajo que fueron definidas en AMARC Argentina. Y a través de las instancias nacionales y los programas, que son los encargados de desarrollar concretamente las acciones de la red, se da la participación de las radios y de las personas que la integran a nivel regional, y en algunos casos también con actividades que vinculan a las diferentes regiones del mundo.

Con respecto al proyecto de Ley, ¿qué conclusiones tuvieron?

Apenas salió este proyecto lo analizamos en líneas generales, con una primera lectura. Y desde ese momento se acordó un pronunciamiento que es de apoyo al lineamiento general del proyecto, a la propuesta que se convertiría en proyecto de ley. Desde ya a nosotros nos parece muy relevante y transformador el hecho que la ley parta de un concepto de libertad de expresión, y que sea eso lo que determina todo el articulado, el reconocimiento de los 3 sectores: el privado comercial, el estatal y el sector sin fines de lucro, y en ese sentido la reserva del 33% del espectro para las organizaciones sin fines de lucro, que es una demanda que desde la Coalición venimos planteando desde hace 5 años, y desde otros espacios cada uno desde las organizaciones de las que forma parte, que venimos limitando desde hace 25 años.

Se acordó en principio el apoyo al proyecto, haciendo hincapié en contextualizar el hecho que ahora tengamos este proyecto, con este marco de 25 años de lucha que son condiciones de existencia de un proyecto como éste, y al mismo tiempo en ese momento asumimos el compromiso de participar de los foros, son el espacio que el Gobierno abrió para discutir, más que para discutir para decir lo que cada uno piensa porque tampoco la dinámica de los foros no necesariamente facilitaba el intercambio, pero sí asumir en ese espacio el protagonismo que pensamos que nos corresponde y que venimos militando desde hace mucho tiempo.

Nos volvimos a reunir ahora con una lectura mucho más profunda del proyecto y habiendo hecho muchas consultas a personas especialistas en el tema para redactar una serie de aportes concretos a la ley. En definitiva, en primer momento nos importó manifestar el apoyo al proyecto pero un apoyo que también incluye hacernos cargo de la necesidad que el gobierno incorpore los aportes que se hacen desde las diferentes organizaciones.

Con respecto a la articulación con otros países, las regulaciones vigentes en otros países, ¿tienen una política común?

Obviamente la defensa al derecho a la comunicación, que incluye un montón de campos, pero específicamente el jurídico, es la línea principal del marco. Suena panfletario, pero está dicho muy a conciencia, que desde la red lo que se lleva adelante es una lucha por la democratización de las comunicaciones. Simple y complejo como eso. Y se traduce en un montón de líneas de acción en ámbitos específicos desde la capacitación -porque creemos que además de tener el derecho de gestionar tus propios medios tenemos que fortalecer nuestras capacidades para hacerlo, para que cualquier persona tenga acceso a los medios también tenés que contar con ciertos recursos, no solo económicos también técnicos, prácticos, con saberes para manejar los medios, para hacer mejor aprovechamiento de los recursos que se cuentan- Entonces se labura desde diferentes líneas con ese mismo objetivo, y uno de los programas más fuertes y desde el que se viene haciendo un trabajo en todos los niveles, nacional, regional, internacional, es la legislación y el derecho a la comunicación Desde el acompañamiento a proyectos a radios que son decomisadas o sufren amenazas o que están en situaciones particulares de vulnerabilidad de sus derechos. Se labura directamente en relación con esos proyectos a través de una red de alertas y una red de solidaridad que funciona en el interior de AMARC, y también vinculación con otras organizaciones.

Se labura en las instancias nacionales para tratar de incidir en la regulación de los medios de comunicación en los diferentes países, por ejemplo participando de la redacción de proyectos en Guatemala o en Colombia donde hace poquito se legalizaron radios comunitarias en las ciudades capitales, o en México, donde desde hace un montón de años se viene trabajando también para conseguir permisos para radios y de a una, con cuentagotas, viendo cada caso particular, algunas radios fueron consiguiendo sus permiso para funcionar. Y así en cada país, en Argentina teniendo vínculos directos con algunas personas que estuvieron a cargo de acompañar todo el proceso de redacción del proyecto hasta participando de todos los espacios de debate donde creemos que tenemos algo para decir. También se labura en instancias internacionales, como por ejemplo llevando casos a la corte Interamericana de Derechos Humanos. Y se labura mucho en la línea de investigaciones, ahora dentro de poco se va a publicar un libro donde se estudia el otorgamiento de concesiones de radiodifusión en América Latina, se armaron equipos en cada país y en cada uno se analizaron cómo se otorgaron y a quiénes las licencias en cada país, y cuáles son las legislaciones que rigen en cada país y qué violaciones existen y qué vericuetos tienen las leyes y a quiénes benefician.

Entonces se van trabajando todas esas instancias, y al mismo tiempo formando equipos en cada país para que no todo dependa de un programa centralizado en algunas personas que tienen los saberes y la experiencia, sino que también que cada uno de nosotros pueda ser un defensor o una defensora del derecho a la comunicación, con argumentos y con capacidad de análisis de los proyectos.

¿Qué medios pertenecen o qué criterios utilizan para que un medio sea considerado comunitario?

Hay como una definición de Radios comunitarias que siempre estuvo en reformulación. No es sencillo establecer qué es una radio comunitaria y qué no lo es. Y de hecho el término “comunitario” si bien engloba a muchas experiencias que se denominan como populares, alternativas, independientes, libres, etc. cada una de estas denominaciones implica una construcción y una conceptualización diferentes. Pero en líneas generales AMARC es una red amplia, no se rige por una nómina de condiciones que tenés que cumplir. Sí la forma de asociación, para garantizar que un proyecto sea alternativo o comunitario. Las asociaciones se hacen a través de las representaciones nacionales, lo cual garantiza que se tenga un conocimiento de los proyectos que no sea un contacto solamente visual. Formalmente se le pide a las organizaciones que les interese asociarse a AMARC que tengan el aval de otras organizaciones que ya sean parte de la red.

Básicamente se trata de organizaciones sin fines de lucro, como requerimientos formales, más allá que tengan una conformación legal o que no la tengan, o que tengan un permiso o que no lo tengan, es indistinto, pero sí conocer el proyecto y que sea una organización comprometida con la democratización de las comunicaciones, que tenga una forma coherente con esos principios, que pueda dar cuenta de cierta transparencia en el manejo de los recursos.

[más información en www.alc.amarc.org]

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