Este artículo es un paso más en nuestras reflexiones en torno del plan de estudios y las modificaciones que creemos necesario implementarle. Camino que comenzamos escribiendo sobre las orientaciones de la carrera, y que en esta oportunidad retomamos a partir del eje de “la teoría y la práctica”, a través de la estructuración del plan de estudios en materias teóricas y talleres.
Es importante, en primer lugar, exponer el marco que fundamenta que, en general, reflexionemos sobre el plan de estudios y que, específicamente, elijamos este eje. Una reflexión sobre la reforma del plan de estudios se basa en la necesidad de una transformación global y no en cambios sobre materias o talleres en particular. Sabemos que no se trata de pensar superficialmente un reacomodo de materias, de agregar talleres, ni mucho menos de recortar teoría, y que quizás tampoco se soluciona actualizando los programas de cada materia. Creemos que se trata de analizar qué orientación política tiene hoy la carrera y qué orientación creemos que debe tener para ser un aporte efectivo para la transformación social.
Entendemos que la carrera ha sido pensada en torno a una necesidad social, en este caso la necesidad social de comunicación, que justifica o requiere la formación de comunicadores/as y comunicólogos/as que intervengan en este campo. En este sentido, queremos tratar de ver cuál es el rol de la práctica dentro de la carrera, ver qué nos permiten hacer estas prácticas hacia ese “afuera” de las paredes de la facultad.
El modelo de la carrera propuesto por el plan de estudios actual no se adecua a las necesidades (que -por dar sólo un ejemplo- por las discusiones y debates que suscitó el Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales en muchas organizaciones, medios, y al interior de la facultad, vemos que son reales, complejas y diversas) sino que prefigura profesionales del campo de la comunicación muy capaces pero con escasas posibilidades de inserción. No sólo no se plantea la utilización de los saberes producidos como herramientas de transformación de la realidad, sino que no encontramos espacio con la configuración actual del campo donde desempeñarnos. La educación tiene que servirnos, como cientistas sociales, para transformar nuestra realidad. Nos oponemos a convertir a la carrera de Comunicación en una carrera de técnicas para insertarnos en un mercado laboral flexibilizado, para cobrar precarios salarios y trabajar en precarias condiciones. No queremos ser una rueda más de este engranaje.
Creemos que lo que necesitamos es que las prácticas de la carrera sean reales, que estén inmersas en la sociedad, que haya contacto y relación con instituciones, organizaciones, medios, individuos, que vayan por el lado de los vínculos que esperamos la universidad tienda con otros actores sociales, rompiendo esa frontera entre el adentro y el afuera que en la actualidad escinde la mayor parte de los talleres de las materias teóricas y vuelve a éstos verdaderas prácticas de laboratorio.
En ese sentido, repetimos, la necesidad de transformar la carrera no viene por el lado de más talleres (y mucho menos como complemento de menos teoría) sino por un cambio cualitativo. Esto se relaciona, vale la pena aclararlo, y para seguir pensando en una reforma global, con la reflexión sobre la reconfiguración de las orientaciones, en tanto los TAOs (Taller Anual de la Orientación) son parte de las pocas materias “prácticas”: quizás una transformación real se base en la percepción de que no es necesaria la condensación en un año de ciertas prácticas relacionadas con alguna orientación, sino que esto puede diluirse en prácticas a lo largo de la carrera.
Con estas líneas no clausuramos el debate. Sistematizamos una vez más nuestras reflexiones esperando que sirvan de aporte a la discusión. Si bien no sabemos a qué puerto llevará la discusión sobre la reforma del plan de estudios –abierta más de una vez en la historia de la carrera pero nunca efectivizada-, creemos más que necesario involucrarnos y participar. Es necesario reflexionar sobre nuestros objetivos y cómo la carrera aporta a ellos y de qué manera podría hacerlo, reflexionar sobre el rol que cumple la Universidad en la sociedad hoy y qué rol esperamos que cumpla. Y creemos que es necesario hacerlo de conjunto, por lo que te invitamos a leer esta nota y compartirla, discutirla con nosotros y con otros compañeros o compañeras de cursada.
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