ContraHegemonía en Comunicación

sábado, 9 de agosto de 2008

BOLETÍN VOL. 2

BOLETÍN DE COMUNICACIÓN - VOL. 2 // 2do Cuatrimestre 2008

-EDITORIAL

-REFORMA DEL PLAN DE ESTUDIOS
¿QUÉ ONDA LAS ORIENTACIONES?
¿Y ENTONCES?

-OBSERVAR O NO OBSERVAR, ¿ESA ES LA CUESTIÓN?

-NUEVO AÑO, ¿NUEVA? DIRECCIÓN DE CARRERA

-EL DEBATE SOBRE LA NUEVA LEY DE RADIODIFUSIÓN, ¿UN VERDADERO GOLPE A LOS GRUPOS MEDIÁTICOS O MÁS DE LO MISMO?

lamaza.contrahegemonia@gmail.com
contrahegemonia@lamella.com.ar
www.lamella.com.ar

Editorial

Este segundo cuatrimestre presentamos un nuevo número de La Maza, el boletín de Comunicación de ContraHegemonía. No es un número del todo nuevo, porque estas notas fueron escritas en el transcurso del primer cuatrimestre del año, pero en medio de los conflictos de las últimas semanas -de los que tomamos parte, con la toma de la sede de MT en reclamo por el Edificio Único, asambleas-, y con los últimos parciales, no pudimos editar el boletín. Entonces subimos las notas a nuestro blog (http://chcomunicacio.blogspot.com), espacio que te invitamos a visitar. Pero el paso de unos pocos meses no le resta vigencia a los temas que ahora publicamos.
Creemos que hay muchos ejes que atraviesan la Carrera de Comunicación que merecen nuestra atención, que no tendrían que llegarnos como resultado de debates y decisiones ajenas, sino que nos competen como integrantes de esta Facultad y de este amplio campo que elegimos. Creemos, también, que éste puede ser un mínimo aporte para acercarnos a ellos. Pensamos estas páginas como herramienta para la reflexión y el debate, para que en conjunto podamos luchar por trasformar nuestra carrera y no acostumbrarnos a ella. Por ejemplo, uno de los temas que intentamos problematizar es nuestro Plan de Estudios, y sus posibles reformas: ¿qué Comunicación estamos estudiando, y cuál queremos estudiar? ¿Quiénes debaten qué estudiamos y para quiénes? Y nosotros, ¿qué tipo de sociedad queremos aportar a construir desde nuestra Carrera? A partir de esto ahondamos en uno de los ejes del Plan de estudios, las orientaciones, y también en la política de la Dirección de la Carrera a la hora de abrir o no espacios de discusión.
Por otra parte, nos aproximamos al debate sobre la nueva Ley de Radiodifusión, un tema que entendemos que debería estar mucho más presente en nuestra Carrera en particular, pero que es signo de esa separación que vemos entre los procesos que se dan por fuera de la facultad y aquello que sucede por dentro. Una separación que, como otras, logra inmovilizarnos bajo la apariencia de la irrelevancia o de la injustificación de la intervención práctica de la Universidad en procesos sociales. Y una experiencia, junto a una invitación, de las vías alternativas que encontramos para hacer lo que nos gusta.
Todo esto vas a encontrar en este boletín. Estudiamos Comunicación, por lo que no intentamos transmitirte ideas que tenemos de las que simplemente queramos que te informes. Porque el sentido se produce socialmente, echamos a rodar nuestras inquietudes. Esperamos que las leas y las comentes, las discutas, en acuerdo o no. Pero creemos que los estudiantes, en movimiento, podemos cambiar todo esto si lo intentamos.

Reforma del plan de estudios

Quizás no estás al tanto de qué pasó en nuestra carrera en torno a la discusión sobre el Plan de Estudios y sus intentos de reforma. Y en realidad el balance hasta el momento no es precisamente bueno. El plan de estudios de Comunicación es el mismo desde el inicio de la carrera, allá por el año 1986. El espacio más difundido, al menos en los últimos años, que se abrió institucionalmente para su discusión, fue endeble y muy poco democrático: en el 2006 se conformó una comisión ad-hoc, integrada por tres estudiantes, tres graduados y tres docentes, que finalmente fue disuelta, pero que en su momento abrió el campo a la discusión por la negativa, por la exclusión de la gran mayoría de la comunidad académica del ámbito de debate. Frente a esto, y por una democratización de los espacios de discusión, en la facultad funcionaron dos espacios. Por un lado, la Comisión Abierta –conformada por estudiantes agrupados e independientes-, y por otro el grupo de Autoconvocados –docentes y estudiantes-. Desde ContraHegemonía alentamos en su momento el funcionamiento de ambos espacios en conjunto, con la idea de que la fragmentación del debate en grupos con los mismos objetivos no es nunca lo más productivo, y participamos de hecho en ambos, pero no confluyeron en la práctica.
A lo largo del 2007, en la Comisión Abierta se trabajó en pos de la organización de unas Jornadas de discusión. El modelo de las jornadas estaba armado; la fecha, establecida. Pero tras el ajetreo electoral de septiembre y octubre, la organización de las jornadas se congeló.
Actualmente, ya bien entrados en el año, y en un momento en el que institucionalmente los problemas comunicacionales más urgentes parecen ser otros, creemos que es muy importante continuar el debate. Por un lado, esperamos que puedan volver a ponerse en funcionamiento espacios como estos, y en pos de eso dialogamos entre agrupaciones para enmarcar en un espacio las discusiones que creemos necesario llevar a cabo. Pero por otro lado, mientras tanto, no queremos de dejar de problematizar nuestra formación hasta que alguno de estos espacios reanude la marcha o se conforme uno nuevo. Y más cuando desde la dirección de la carrera se está impulsando una Comisión de Asuntos Académicos, escasamente difundida, para debatir las posibles modificaciones del Plan de Estudios nuevamente a puertas cerradas.
Por esto pensamos cuáles son los ejes del plan de estudios a partir de los cuales podemos informarnos y debatir. Uno de ellos es la estructuración en un tronco común y las cinco famosas orientaciones.
Sabemos la incertidumbre que significa para todos nosotros en algún momento la idea de las orientaciones, y el desconocimiento que tenemos de ellas más allá de las ideas vagas con las que contamos. Además, muchas veces escuchamos decir que una de las falencias del plan de estudios es la desproporción entre tronco común y orientaciones, pero tardamos años en llegar a esa instancia para comprobarlo o desmentirlo. Para poder profundizar en este tema, recurrimos a las fuentes: graduados y docentes que puedan contarnos de qué se trata. Para que tengamos una herramienta más para la reflexión y el debate.
Creemos que los debates más productivos y enriquecedores serán aquellos en los que nos veamos todos involucrados, y por eso te invitamos a participar, te invitamos a acercarte críticamente a tu carrera, a hablar y escuchar en los espacios que conformamos justamente para eso, a organizarlos.

¿Qué onda las orientaciones? (extractos)

(si te interesa leer las entrevistas completas, mandanos un mail a contrahegemonía@lamella.com.ar o dejanos un mensaje en el blog: chcomunicacion.blogspot.com)

CLAUDIA VESPA – GRADUADA ORIENTACIÓN EDUCACIÓN
“Es muy ecléctica la estructura de nuestra carrera, hay materias que pasan como si nada, materias que te rompen la cabeza, y es difícil encontrar el límite. Hubo materias realmente interesantes, que disfruté y que aproveché. Casualmente la troncal, o la que se supone que es la troncal, que es el TAO, fue desastrosa. A lo mejor como estudiantes tendríamos que accionar más para que ciertas cosas de la facultad cambien, ¿no? Yo creo que somos como estudiantes bastante cola aplastada. Mi caso es especial porque yo empecé con docencia y después hice la carrera. Busqué en el diario y lo único que no decía era Licenciado en Comunicación. Lo que pude hacer diferente en relación con la docencia fue trabajar en una ONG, y creo que ese es un buen campo para un egresado de Comunicación Social, insertarse en diferentes instituciones donde se pueda realmente trabajar lo comunicacional. La mayoría de los chicos cuando ingresan quieren ser periodistas o publicistas, todos los años sistemáticamente los chicos plantean eso. No se les ocurre que la carrera es mucho más amplia y que hay muchos más canales. La carrera es un misterio. O sea, quien sigue Comunicación tiene que tener mucha fe. Porque uno no sabe dónde está parado. A mi me parece que la tesina al final es un desafío, que sufrís, pero es un desafío que hay que pasarlo. Si vos no llegás a producir esta tesina es como que no naciste universitario. En Comunicación la escritura es esencial. Entonces es inevitable que pases, para cualquiera de las Orientaciones, por la tesina. La orientación no me ayudó a prepararla, pero empecé antes con mi tema. Eso me gusta también mucho de nuestra carrera, que en muchas materias se exija un trabajo final de elaboración, eso te va preparando.”

DANIELA BRUNO – DOCENTE TAO POLÍTICAS Y PLANIFICACIÓN
“La orientación es un acercamiento a la práctica profesional, donde empezás a discutir cuestiones más específicas sobre el campo de las políticas públicas en comunicación. El taller (TAO) realmente opera como un espacio más cerca de la práctica profesional, y más específica en este caso en el campo de las políticas públicas y políticas de comunicación y del proceso de planificación en las organizaciones. Los alumnos no llegan bien preparados, hay muy poco contacto previo con organizaciones sociales. Hay muy poca experiencia de militancia social, militancia política, y eso sería muy bueno que lo vieran, porque eso realmente haría que tengan otras capacidades para el análisis de las prácticas sociales con las cuales trabajamos; no hay una experiencia de trabajo de campo; hay un problema de formación metodológica; hay otra cuestión, este taller trabaja con organizaciones sociales haciendo un trabajo de campo a lo largo de un año, ¿no? Ahí el nivel de compromiso, de responsabilidad, de los estudiantes respecto de las problemáticas en las que trabajan las organizaciones es una variable determinante para el proceso. Y muchas veces nos encontramos con algunos muy desanimados, muy desinteresados. Específicamente con Comunitaria, ahí hay una división que yo no sé si sigue vigente, hay una serie de espacios comunes, o superposiciones…Fueron concebidas en un momento en el que la política pública iba por un carril, más vinculado a lo estatal, y lo comunitario iba por otro lado. Me parece que hoy lo público no es exclusivamente estatal y tampoco es exclusivamente comunitario. Defiendo la tesina, para mí es algo necesario, la defiendo como instancia de aprendizaje. Pero para que sea realmente una instancia de aprendizaje es importante que la Universidad acompañe, con un buen tutor, con un buen taller de tesis, con orientaciones más específicas, más claras respecto de qué se espera de la tesina, Pero para eso sería importante que la Facultad se expida con una política respecto con las tesinas, que la tesina sea algo más que un hito en la graduación de un pibe.”

ESTEBAN MAGNANI – GRADUADO ORIENTACIÓN POLÍTICAS Y PLANIFICACIÓN
“Me interesaba el tema de poder tratar de entender cómo se modifica una política pública y cómo se generan, a partir de modificaciones en políticas públicas, comportamientos distintos en distintos actores sociales. Normalmente acá en la carrera se plantea a muy pequeña escala, se busca el cambio en una institución para que ciertas cosas funcionen mejor. Es una de las cosas más difíciles que existen… Yo tuve que hacer un trabajo para el TAO en el instituto de cine y era una cosa mucho más teórica (que práctica). Primero tenés que tener una legitimidad política muy fuerte para modificar la comunicación interna o tenés que estar mucho tiempo ahí para generar relaciones personales que te den cierta legitimidad para empezar a generar cambios en conductas que den beneficios. Pero es dificilísimo. Igual te da un baño de realidad importante.
Yo no siento que haya muchas diferencias entre las orientaciones. Tenés un par de herramientas más en torno a una cosa, pero la comunicación termina teniendo mucho de sentido común. Y el sentido común que también es producto de todo lo que vas viendo en la carrera con ese eclecticismo increíble. Estuviste en tantos universos mentales que tenés un montón de herramientas que no te das cuenta ni que tenés. Y eso está bueno. (La carrera) te prepara bien para que, al meterte en algún lugar, rápidamente muestres que tu techo es alto.
(Para la tesina) Hay muchísimos temas. Hay tantos temas que son realmente útiles que se hagan. Tengo unas compañeras que están haciendo un relevamiento de toda una serie de reuniones que han hecho feministas. Poner todas juntas es algo que está bueno y nadie lo había hecho. No es algo que vaya a cambiar la historia del feminisimo ni mucho menos, pero nadie lo hizo hasta el momento y está bueno. Es chiquita la tesina. Hay gente que dice “voy a responder qué pasó en el 2001” y 80 páginas no te alcanzan ni loco. Tiene que ser una tesis chiquita o un relevamiento de algo chiquito también. “

CAMPOLONGO – DOCENTE ORIENTACIÓN PERIODISMO
“La Orientación tiene como misión acercar a los alumnos lo máximo posible a los escenarios reales del mercado laboral, en el caso de las dos asignaturas a mi cargo - Planificación de la Actividad Periodística I y II – desde un punto de vista teórico y práctico. Sería aconsejable una mayor conectividad entre todos los profesores que estamos a cargo de cátedras en la orientación. El TAO, hasta donde yo conozco, prepara a los estudiantes para el trabajo final en la investigación de productos en soporte gráfico, radial o audio visual o temas conexos como análisis discursivos de medios, comunicación institucional, etc. Si bien la orientación periodismo tiene ciertas zonas comunes con el tronco común, la especialización en periodismo debería tener más asignaturas porque no me parece que un estudiante que está por ingresar tenga tan claras las diferencias entre comunicación y periodismo. La tesina significa una suerte de cierre de un ciclo de grado y la posibilidad que el estudiante ponga en juego parte de los saberes adquiridos. Pero últimamente noto que es una dificultad para los estudiantes conseguir tutores, ya que a la mayor parte de nosotros nos escasea el tiempo y tanto su tutoría como su evaluación lleva una carga importante de tiempo para poder hacerlo responsablemente.”

SANTIAGO CASTELLANO – GRADUADO ORIENTACIÓN PERIODISMO
“Cuando entré en la orientación tenía clara idea de que quería hacer periodismo. Las expectativas fueron cumplidas, porque la orientación te da las herramientas básicas para manejarte dentro del campo del periodismo con otras que hayas ido trabajando en los talleres (radio, audiovisual, etc) y también en los optativos. Ahí tenés los elementos básicos. Mi punto de vista personal tiene que ver con que quizás las orientaciones están muy al final de la carrera. Siendo un tronco tan largo, por ahí las materias más específicas se tienen que dar con un desarrollo que tenga que ver más con la profesión o el mundo del trabajo. El tronco común tiene un enfoque que tiene que ver más con alguien que va a investigar en el campo de la comunicación, pero no todo el mundo sale con esa idea. Sería interesante que los estudiantes puedan empezar a cursar materias de la orientación desde antes. La dificultad no es mayor que las últimas materias que el tronco. Tranquilamente las podés cursar antes. (Respecto de la tesis) Yo lo que hice fue un producto radial con otros dos compañeros de cursada. Armamos un programa de investigación. El producto era el demo con una fundamentación por escrito con el marco teórico. Esa es una de las posibles tesinas que existen. Muy pocas personas hacen este tipo de tesinas, porque no se conocen y es tan válida como una tesina de investigación académica. En la orientación se trabajan productos con diferentes formatos que sirven como puntapié para la tesina. Hay como una sobreexigencia con la imagen de la tesina. Lo que en su origen era un trabajo final del taller de orientación se convirtió en un trabajo en que hay que decir lo último que uno tiene sobre comunicación, elaborar aportes originales. El sentido es que sea un trabajo de cierre donde se permitan articular los conocimientos que acumulaste, con un aporte personal, tu aporte en el campo limitado que estás trabajando, pero nada más. Estamos tratando de que se amplíen la cantidad de tutores para dedicarle todo el tiempo que necesitan a ese trabajo de seguimiento personalizado. También promover espacios para compartir con otros tesistas. Muchas veces se hace cuando terminás de cursar, y no tenés conexión con tus compañeros. Hay un trabajo sobre pensar lo que es un producto editorial. Para que los egresados puedan pensar nuevos medios.”

JORGE LIPETZ – TITULAR TAO PUBLICIDAD
“La orientación en opinión pública y publicidad la defino como la más atípica con relación a la estructura y al tronco de la carrera. De todas las orientaciones, junto con periodismo, son las que más concretamente abordan el tratamiento de lo que es el eventual mundo de la inserción profesional en un mundo comercial. Lo que no ha sido exitoso es que el mercado conozca las cualidades y la calidad de formación de nuestra carrera. Ese es un problema de gestión universitaria, no tanto de la formación. Perdemos con carreras muchísimo más cortas, con menos carga, con más carga específica y práctica pero nada del bagaje cultural de nuestra carrera. En la orientación todas las materias son teórico-prácticas. Tienen una importante carga práctica: los chicos hacen. Mucho no se puede hacer en una facultad que tiene cuatrimestres cortos, más los feriados, los paros… pero en el TAO van trabajando permanentemente. No es un taller más, que se aprueba con presentes. Tiene no menos de una docena de mini trabajos, todas las semanas están presentando algo.
El tronco común debería ser más corto y las orientaciones deberían empezar mucho antes. Uno tiene que empezar a tener claro desde antes para donde quiere orientarse. La obligación de una Universidad es responder en equilibrio a lo académico y a la demanda del Mercado en un país. Esta carrera forma para diversas salidas.
Para presentar la tesina hay cuatro años después del TAO. Cuando la tesina no se empieza poco después de terminar el TAO, retomarlo es terrible. La cantidad de temas y la variedad de formatos es amplísima. Cualquier tema (no importa que haya sido de la orientación o no) que te haya gustado hacer, puede ser el germen de la tesina. No es una cosa terrible. La nota del TAO es el promedio de notas de la cursada y de la nota de la tesina, y en muchos casos esta puede no tener nada que ver con el TAO. La nota del TAO queda pendiente hasta tanto el alumno presenta la tesina. Algunos dicen que hay que desengancharlo. Debería haber un taller de tesina y al tutor le facilitaría el trabajo que el alumno venga con un mínimo conocimiento, es una carga para alguien cuya función es supervisar el tema. El TAO debería ser la materia integradora de la orientación. Considero un error entrar al TAO con el mínimo de materias aprobadas, sin cursar ninguna otra de la orientación antes. Nosotros damos por supuesto en el TAO que los conocimientos básicos de las otras materias los tienen. Yo sugiero que a nuestra orientación entren por comercialización y campañas, para que el TAO no les resulte tan desconectado.”

VICTORIA PONFERRADA – GRADUADA Y DOCENTE ORIENTACIÓN PUBLICIDAD
“De todas las orientaciones, la de Publicidad tiene más técnicas. Conjuga teoría con técnica, que es algo preciado en el mercado laboral. En cambio la orientación de Periodismo tiene menos técnica que los talleres previos. Es más teórica, a pesar de ser periodismo, tiene un contenido más teórico. Es por eso que yo elegí Publicidad. (…)Me parece muy interesante esta idea del camino propio, la idea de poder hacer diferentes recorridos según intereses personales. Creo que el debate está abierto, que todavía no se sabe cómo va a devenir esto. Pero por un lado me parece interesante la idea de no tener cuarenta materias, una carrera tan larga, tan teórica, tan pesada, que termina siendo un graduado que sabe mucho pero no sabe tanto, o sea, que le faltan herramientas. Tiene mucha teoría encima pero sin herramientas para defenderse en la calle. (…)Hay muchas materias que en la orientación vuelven, que son muy necesarias, que se juntan, se articulan. Es absurdo pensar que son dos mundos. Lo que tendría que ver es la habilidad de articularla (…)Yo creo que la tesina es algo realmente complicado, que es lo que nos está trabando en tener graduados. Y eso no es bueno para la carrera. En términos estrictos me parece excesivo, me parece que no tiene que ver con el quehacer de todos nosotros, tiene que ver con el quehacer de algunos de nosotros, que tienen un horizonte académico.(…) Mi humilde es que se puedan altercar, como hay en otras casas de estudio de la Universidad. O sea, que una tesina vale por dos seminarios, que una tesina vale por otra cosa. Que permite, en algún momento -y esto tiene que ver con el plan de estudios reformado- que los alumnos empiecen a elegir su camino.(…) Me gustaría que llegue un momento en el que la orientación sea vista como parte de la carrera y no como un elemento anómalo o externo. No lo es, somos los mismos, somos compañeros, y sería más rico poder juntar y no separar porque de hecho con los colegas no estamos separados.”

NELSON CARDOSO – GRADUADO Y DOCENTE ORIENTACIÓN COMUNITARIA
“Yo llego a la carrera cuando recién empezaba y elegí la carrera por Comunicación Comunitaria y eso era un título, La orientación se fue haciendo a medida que iba cursando.
Lo que fue muy positivo del TAO es que la tesina se hacía en el TAO, lo terminabas y la entregabas, había un seguimiento de la investigación en el propio taller anual, tenías al docente ahí que era tu tutor... me parece que era mejor, la hacías antes de la orientación. Estaba bueno porque tenías una tutoría semanalmente. Ahora me toca a mi tutoriar tesinas y a la mayoría se les hace un plomazo porque terminan de cursar, se desconectan de la facultad y retomar termina siendo una carga. Es contraproducente porque se la quieren sacar de encima, egresar, tener un título y lo hacen como un trámite y no como una investigación con la riqueza que eso tiene y hasta con las posibilidades de inserción laboral que eso puede tener
(Habría que) hacer un recorrido más personal, ya el que tiene un perfil que pueda elegirlo antes, alargar la orientación. Yo creo que necesitamos más materias correlativas, algunas muy específicas que no están en el tronco común, necesitamos más articulación en la orientación y no tanta con el tronco común.”

OSCAR MAGAROLA – TITULAR TAO COMUNITARIA
“Hay que romper con el mito de que comunicación comunitaria es trabajo militante en las villas, su campo es múltiple, polifacético y extenso, es el campo de las organizaciones de la sociedad civil y de los medios de comunicación alternativos, populares, comunitarios. La militancia es una decisión propia, nosotros brindamos herramientas para la intervención en la comunicación comunitaria.
El primer gran eje temático es qué es esto que llamamos la comunicación comunitaria. La comunicación es un fenómeno que incluye la experiencia de medios, pero cualquier grupo humano, cualquier organización, institución o movimiento tiene una dinámica propia y esa dinámica está vinculada a los vasos comunicacionales. Un comunicador comunitario es alguien que diagnostica situaciones de comunicación en organizaciones, en instituciones, en grupos, en movimientos, que puede diagnosticar de forma participativa, diagnostica con el otro, no para el otro, a partir de ese diagnóstico con los otros planifica, diseña políticas de comunicación pero no para los otros sino con ellos e implementa estrategias con esa comunidad para fortalecer, dinamizar, mejorar la visibilidad y la relación entre institución y la comunidad para mejorar los vasos participativos y después evalúa en conjunto con el otro, y eso no lo puede hacer otro que no sea un comunicador. Lo que creo que falta es profundizar la articulación entre el taller anual y las materias que forman parte de la orientación. Creo que deberían instituirse, legitimarse espacio sistematizados de encuentro y discusión de hacia dónde vamos. Falta el diálogo, el intercambio de experiencias con otros docentes, discutir qué ha servido, qué debería reforzarse. Estaría bueno armar un ciclo de formación generalista menos extenso, menos prolongado en el tiempo y en los trayectos curriculares y fortalecer la formación en las orientaciones, que permitiría que el licenciado tenga más espacios curriculares que profundice más su formación. Es necesario un espacio curricular, como un seminario que ofrezca las herramientas teóricas de cuáles son los pasos para la elaboración de una tesina, que no es una tesis. El alumno queda a la intemperie una vez que finaliza su cursada.”

¿Y entonces?

Si bien no pretendimos con estas entrevistas ser exhaustivos respecto de las visiones que existen acerca del plan de estudios en general y de cada orientación en particular, consideramos que nos sirven para ver, a grandes rasgos, qué elementos podemos tomar para seguir pensando en nuestra carrera.
Notamos que representantes de las cinco orientaciones están de acuerdo con una especie de redistribución de la importancia que se le da a cada orientación con respecto a la totalidad de la carrera, con que el debate debe darse en parte en torno al “acortar el tronco, alargar la orientación”. Fomentando el camino propio de cada estudiante desde antes de lo que está planteado actualmente.
Con respecto a la tesina, si bien no hubo unanimidad en mantenerla obligatoriamente, sí la hubo respecto de las actuales condiciones de producción: hace años, para los primeros graduados, era menos complicado, pero con el crecimiento de la carrera se perdió el acompañamiento a los tesistas y el seguimiento real del desarrollo del trabajo. Ni los estudiantes ni los tutores pueden cumplir su rol adecuadamente, porque no hay espacio ni tiempo físico que lo permitan, entre otras cosas.
Otra cuestión que fue mencionada es cómo las orientaciones cubren la totalidad del campo de la comunicación y cómo están divididas. Notamos un cierto “atraso” y una necesidad de redefiniciones, porque con el paso del tiempo, y la consolidación del campo en general, hay algunas superposiciones que podrían salvarse (en especial entre las orientaciones de Políticas y Planificación y Comunitaria), tal vez profundizando, en contrapartida, la especificidad de cada una.
Nosotros pensamos que todas las modificaciones deben hacerse sobre la base de no perder conocimientos teóricos. En el balance constante que se hace en Comunicación entre la teoría y la práctica, consideramos fundamental no volver la nuestra una carrera de “técnicas”. La práctica es necesaria y creemos que las reformas del Plan deben realizarse en ese sentido, quizás incorporando prácticas específicas de cada orientación posible, de manera optativa. Pero sobre una base de conocimientos generales que permitan aprovecharlas.
Pero más importante que sacar conclusiones ahora, creemos que es necesario que del debate participemos todos, para que repensemos entre todos qué Comunicación queremos, qué comunicadores o comunicólogos queremos ser, para qué y para quién. Para esto, en principio, es menester que la información se difunda realmente, en parte para reducir el grado de creciente desconcierto de la carrera, y en parte para tener una base consistente desde la cual debatir. Por ejemplo, muchos estudiantes no saben que la tesina no tiene que estar obligatoriamente relacionada con la orientación elegida, o que puede ser en formato radiofónico o audiovisual y no necesariamente tiene que ser una producción escrita. Por todo esto insistimos y seguiremos insistiendo con la conformación de espacios de discusión, y reclamamos a la Carrera abrir realmente los debates a todos los que conformamos la Comunidad Académica.

Observar o no observar, ¿esa es la cuestión?

El campo de la comunicación está en la agenda política y mediática como pocas veces. ¿Cómo empezó todo esto? El paro del campo, las retenciones, un conflicto que nos es presentado como “entre el campo y el Gobierno”, los medios masivos, un observatorio de discriminación, la Facultad de Ciencias Sociales tomando parte, y todos los demás alrededor, opinando. También están nuestras preguntas: ¿la única opción es decir “sí” o “no” al Observatorio? ¿Toda la discusión va a pasar por eso?
El llamado “conflicto del campo” trascendió el ámbito de las disputas económicas entre sectores del agro y del gobierno (además del lugar privilegiado que adquirió en la opinión pública), y trajo a la luz viejas problemáticas que no hallaban espacio: desde la ecología y el cuidado del medio ambiente en la producción agropecuaria, hasta el papel de los medios de comunicación en el tratamiento de la información y el análisis de los conflictos.
Los medios masivos siguieron pormenorizadamente el tema, operando bajo la misma lógica en que habitualmente lo hacen. A partir de esto, la Facultad de Cs. Sociales se pronunció por medio de dos comunicados. En uno apoyaba la política del gobierno, y en el otro repudiaba el rol que los medios masivos habían adoptado al difundir enunciados cargados de contenido discriminatorio. Alertado por la Facultad, el Gobierno resolvió relanzar el llamado “Observatorio” de discriminación en los medios, invitando a unirse a la Facultad de Sociales al emprendimiento.
En relación con el mencionado conjunto de discursos que los medios elaboraron durante el conflicto, podemos ver que la polémica no debería desatarse únicamente en torno a la discriminación que se enuncie, sino especialmente por los intereses de fracciones de clases representados bajo la forma de interés general (rasgo distintivo de los medios masivos profundamente concentrados en pocas manos, en este y cualquier tema que se trate), que plantean una situación dicotómica, campo versus gobierno, que pretende incluir a todos en alguno de sus polos.
Acerca del relanzamiento del Observatorio de medios, las reacciones que provocó en distintos sectores de la sociedad fueron variadas, pero en líneas generales en posiciones interpretables como “o con los medios o con el gobierno”. Polarización con la que no nos identificamos. El debate alrededor del Observatorio de Medios tiene su origen en el reciente conflicto del campo, recordamos. No sólo porque la cobertura mediática de este conflicto sirve como ejemplo -y sólo como ejemplo, porque no escapa de la lógica habitual- de los contenidos cuestionables producidos por los grandes medios en sus discursos, sino por los actores sociales involucrados. El Grupo Clarín tiene estrechos intereses en común con sectores del campo, al igual que La Nación (ante cualquier duda, la palabra clave es Expoagro). En este sentido, la oposición al Gobierno es la misma y, al igual que a lo largo del conflicto del campo, la dicotomía forzosamente planteada (en aquel caso “o con el campo o con el gobierno”) no abarca realmente a la totalidad que pretende. La virtual polarización del conflicto fue aceptada sin más incluso por una parte de la izquierda, que por mera oposición al gobierno se alineó discursivamente a los medios de comunicación hegemónicos, en contra de una supuesta censura gubernamental pero, en definitiva posicionándose en un lugar con el que no debería identificarse.
Nosotros creemos que un observatorio de discriminación no es innecesario, pero que el debate no debe dejar de lado el análisis de quiénes son los que están de cada lado, y en qué momento sacan los ases de la manga. El Observatorio es un arma sacada a relucir estratégicamente por el Gobierno, y en este sentido no la apoyamos ni tenemos expectativas en su funcionamiento. Como bien dicen, es una herramienta que existe desde hace años, y entonces nos preguntamos ¿qué hizo para no fomentar la discriminación? Evidentemente, no es casual que en medio de este conflicto sea reimpulsado.
Pero el debate que ha suscitado, aunque mal planteado, trae a la superficie la necesidad de una revisión real del rol y la situación actual de los medios de comunicación. ¿A qué medios se pretende controlar mediante el Observatorio? A aquellos que, en esa masividad irrepresentativa teñida de clase-media, a veces muestran la hilacha, coherentemente con la ideología de los sectores a los que realmente pertenecen y representan. No creemos que esté mal controlar si un medio utiliza expresiones discriminatorias -aunque para ahondar en el tema de la discriminación sería una herramienta más que insuficiente-. Pero sabemos que la situación no se va a revertir por “observar” a los medios cuando muestran la hilacha, mientras el sistema de medios permanece intacto. ¿En nombre de qué libertad de expresión reacciona La Nación? ¿La misma que exigen las radios comunitarias que no son reconocidas por la Ley de Radiodifusión?
Por otra parte, es repudiable el accionar de la Facultad de Ciencias Sociales, su pronunciamiento y su participación en el Observatorio. No sólo por el gesto de adhesión al gobierno en una doble dicotomía mal planteada, sino porque con esto contribuyó a tapar nuevamente las disparidades actuales del mapa de la comunicación y porque, aduciendo “cumplir con su obligación” denuncia en este caso puntual una ideología que es moneda corriente en los medios masivos, pero no hace nada en favor de una verdadera libertad de expresión. A pesar de que la Facultad dice que hizo lo que correspondía, y que es una tergiversación de los hechos interpretar la participación en el Observatorio como un alineamiento con el Gobierno, “casualmente” después de la reunión de Schuster con Cristina por este tema se destrabó la firma del convenio y la financiación para continuar las obras de nuestro largamente demandado Edificio Único. Un intercambio de favores que no da lugar a muchas interpretaciones.
Este es un conflicto que nos interpela directamente a todos nosotros, como comunicadores/comunicólogos y como estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales. Más allá de que tomemos parte en el conflicto, y más aún si nos vemos excluidos de la discusión –porque no somos ni un medio masivo ni el gobierno-, tenemos que aprovechar el debate suscitado para plantear qué medios necesitamos. Los problemas del actual sistema de medios no van a solucionarse con un Observatorio, ni con quinientos. La Facultad se pronuncia en este caso, pero hay dos problemas de fondo, si no más, que permanecen intactos con o sin estas iniciativas. Uno compete a la sociedad entera y el otro es preponderantemente comunicacional: por un lado, los mensajes que se producen, altamente cuestionables, reproducen una ideología que existe más allá de la libertad de enunciarla de los medios masivos, y un observatorio, aún en su mayor eficiencia, la esconde pero no combate; y por otro lado, debido a la concentración de medios, sólo un pequeño espectro de la ideología dominante tiene su espacio y la libertad de expresarse, y por “observar” lo que dicen no se está democratizando el acceso a la información. La democratización del sistema mediático implica una pluralidad de voces que correría del centro de poder al pequeño sector que hoy hegemoniza la producción de sentido, y es en ese sentido que debemos abrir la discusión y dar la pelea, por una nueva Ley de Radiodifusión y un verdadero derecho a la información, y no acerca de la participación o no de la Facultad de Ciencias Sociales en un Observatorio del Gobierno que oficia, en todo caso, de tijera que recorta las hilachas de los medios masivos. Esos son parches al sistema de medios que denunciamos, y guiños entre la gestión de la Facultad y el Gobierno nacional; no son el problema de fondo ni ahí está la solución.

Nuevo año, nueva dirección de la carrera. ¿Nueva?

Tras las elecciones obligatorias del año pasado, la carrera de comunicación tiene un nuevo director: Alejandro Kaufman. A pesar de haber obtenido menos votos que otros dos candidatos, el voto ponderado de los claustros de graduados y docentes le otorgó la victoria y el sillón. Sin embargo, esta renovación parece no ser un verdadero cambio respecto de una dirección que no se interesó –ni se interesa- en abrir un verdadero debate sobre los problemas de la carrera que tenemos ni las posibilidades de hacer una carrera que verdaderamente queramos. No es casual, tampoco, que venga de la mano de una agrupación como Nexo.
Para el nuevo director hay que dejar de lado las quejas y seguir avanzando en la construcción de vayaunoasaberqué. El proyecto de Kaufman es bien sencillo: la UBA está en crisis, hay que conformarnos con lo que tenemos. Si bien las aulas se caen a pedazos, los docentes están mal pagos (a pesar de ser una de la carreras con menor cantidad de docentes ad honorem, estos aún existen), está toda la facultad dividida en un número cada vez mayor de edificios y el plan de estudios de nuestra carrera está cada vez más anquilosado, no podemos pretender ninguna clase de mejora ni ampliación en la participación. Así agrega un nuevo condimento al quietismo y apolitización de los estudiantes y de la comunidad educativa en general. Un condimento fundamental para reproducir la misma dinámica con la cual él pudo acceder a su puesto.
Sus primeros días al mando de la carrera se vieron envueltos en una polémica enorme como la del Observatorio de Medios. El claro posicionamiento de la facultad y de la carrera a favor del gobierno nacional no fue debatido previamente con la comunidad académica. Ante el pedido por parte de los estudiantes de abrir un debate democrático sobre el tema, el director accedió concediendo un Foro docente-estudiantil para tratar la cuestión de “los observatorios de medios”. La discusión debía empezar con la asunción de que debía haber un observatorio e ir avanzando en los acuerdos parciales para la construcción del mismo. Es decir, en vez de un debate ideológico, el planteo del foro fue algo pragmático, donde la verdadera discusión quedó solapada. Para el director no tiene ninguna relevancia discutir la articulación de la facultad con el gobierno ni -muchísimo menos- intercambiar opiniones sobre la poca representatividad de su gestión. Esos son, para él, temas que pueden quedar atrás en la agenda por más de que sean los que a nosotros más nos interesen.
Dar lugar a nuestras inquietudes –y no a las que él cree que deberíamos tener- no está en sus planes. Una vez más, así como asumió sin que los estudiantes lo apoyáramos, nuestra participación en los asuntos de la facultad le parece un estorbo. Nos tenemos que limitar a opinar en los espacios y en las temáticas que él considere adecuados para hacer su gestión lo más operativa posible.
No pretendemos caer en una crítica ciega ni despiadada, sino que no queremos dejar pasar cuáles son los puntos más importantes de la dirección de una carrera como la nuestra. Nosotros, desde ContraHegemonía, no creemos en esta lógica de trabajo, porque no creemos que nada bueno se pueda construir sobre la base de “consensos” impuestos.

El debate sobre la nueva Ley de Radiodifusión: ¿Un verdadero golpe a los grandes grupos mediáticos o más de lo mismo?

Después de 28 años se puso en debate la modificación de la Ley 22.285 de Radiodifusión. Esta ley regula los procedimientos en materia de medios de comunicación en Argentina y rige como tal desde 1980. En aquel momento fue sancionada en el marco del nefasto “Proceso de reorganización nacional", de la última dictadura. Durante la, también nefasta, década del '90, el gobierno de C. Men*m hizo algunos retoques que tuvieron como gran novedad modificar el artículo 45, inciso “E”. Este artículo hacía mención a la concentración mediática, es decir, planteaba que los propietarios de medios gráficos no podían ser propietarios de medios audiovisuales y viceversa. La modificación permitió que a partir de entonces apareciera la formación de multimedios.
Por estos días de debate sobre lo que será la nueva ley, este punto es uno de los más fuertes porque atenta contra los principios del derecho a la información de las personas, y a su vez toca una fibra delicada para los grandes grupos mediáticos del país.
En el mes de Marzo estalló lo que en la agenda mediática fue resumido como el conflicto "Campo vs. Gobierno", y al mismo tiempo estalló la "batalla entre el gobierno y Clarín". Todo comenzó cuando se empezó a criticar desde la tarima política, la postura del multimedios como defensor acérrimo de los intereses de "el campo".
La primera respuesta de los K contra el grupo fue de la mano del resucitado Observatorio de Medios.

La siguiente medida fue anunciar la necesidad de una modificación en la Ley de Radiodifusión, y así comenzó el debate que hasta hoy continúa.
El COMFER planta que es necesario poner en vigencia un “nuevo proyecto comunicacional en Argentina”, y en ese marco se convocó desde el gobierno a diversidad de actores sociales para que presenten sus proyectos.
A partir de todo esto se conforma una "Coalición" que plantea "21 puntos básicos por el derecho a la comunicación". Esta propuesta, como estudiantes de Comunicación de la UBA nos interesa particularmente porque a ella adhiere FADECCOS (Federación Argentina de Carreras de Comunicación). Lo interesante es que plantea cosas contrarias al proceder que históricamente ha tenido la carrera frente a reclamos que hace años los estudiantes venimos planteando. Uno de esos casos es la discusión sobre el acceso o participación de los estudiantes en la radio de la UBA (FM 90.5). Espacio al que la gran e inmensa mayoría de los estudiantes de Comunicación no tenemos acceso, aunque muchos tenemos demos, ideas y cosas que nos gustaría decir a través de un micrófono radial, y qué mejor que aprovechar la radio de nuestra Universidad.
Si desde los distintos organismos, agrupaciones y "coaliciones" se plantea la necesidad de "una ley de radiodifusión para la democracia", de la "diversidad y el pluralismo como objetivo en la reglamentación de radiodifusión", y "la igualdad de oportunidades para el acceso y participación de todos" en materia de comunicación, sería interesante que todas estas propuestas se pongan en práctica realmente, y que no queden en más de lo mismo.

¿Qué son los 21 puntos?

Es un documento que consta de 21 puntos, creado por una coalición de organizaciones sociales, alrededor de cien, entre las que figuran sindicatos, sectores académicos, universidades, radios comunitarias, organizaciones religiosas y otras específicamente vinculadas a la comunicación.
La Multisectorial por la Radiodifusión Democrática solicitará entre otros puntos, mayores avances por desmonopolizar la actividad para evitar la concentración de la propiedad de los medios, como lo impulsa el punto seis del documento, y promover el pluralismo para integrar a diversas organizaciones sociales y garantizar la diversidad cultural -punto 5-.
Otros de los pedidos fundamentales es el punto cuatro en el que se solicita otorgar frecuencias en forma transparente sin permitir las transferencias, ventas o subastas, como también conocer a los verdaderos dueños de los medios, para esto formulan la implementación de un registro público y abierto de licencias en el inciso 9.