ContraHegemonía en Comunicación

sábado, 9 de agosto de 2008

¿Y entonces?

Si bien no pretendimos con estas entrevistas ser exhaustivos respecto de las visiones que existen acerca del plan de estudios en general y de cada orientación en particular, consideramos que nos sirven para ver, a grandes rasgos, qué elementos podemos tomar para seguir pensando en nuestra carrera.
Notamos que representantes de las cinco orientaciones están de acuerdo con una especie de redistribución de la importancia que se le da a cada orientación con respecto a la totalidad de la carrera, con que el debate debe darse en parte en torno al “acortar el tronco, alargar la orientación”. Fomentando el camino propio de cada estudiante desde antes de lo que está planteado actualmente.
Con respecto a la tesina, si bien no hubo unanimidad en mantenerla obligatoriamente, sí la hubo respecto de las actuales condiciones de producción: hace años, para los primeros graduados, era menos complicado, pero con el crecimiento de la carrera se perdió el acompañamiento a los tesistas y el seguimiento real del desarrollo del trabajo. Ni los estudiantes ni los tutores pueden cumplir su rol adecuadamente, porque no hay espacio ni tiempo físico que lo permitan, entre otras cosas.
Otra cuestión que fue mencionada es cómo las orientaciones cubren la totalidad del campo de la comunicación y cómo están divididas. Notamos un cierto “atraso” y una necesidad de redefiniciones, porque con el paso del tiempo, y la consolidación del campo en general, hay algunas superposiciones que podrían salvarse (en especial entre las orientaciones de Políticas y Planificación y Comunitaria), tal vez profundizando, en contrapartida, la especificidad de cada una.
Nosotros pensamos que todas las modificaciones deben hacerse sobre la base de no perder conocimientos teóricos. En el balance constante que se hace en Comunicación entre la teoría y la práctica, consideramos fundamental no volver la nuestra una carrera de “técnicas”. La práctica es necesaria y creemos que las reformas del Plan deben realizarse en ese sentido, quizás incorporando prácticas específicas de cada orientación posible, de manera optativa. Pero sobre una base de conocimientos generales que permitan aprovecharlas.
Pero más importante que sacar conclusiones ahora, creemos que es necesario que del debate participemos todos, para que repensemos entre todos qué Comunicación queremos, qué comunicadores o comunicólogos queremos ser, para qué y para quién. Para esto, en principio, es menester que la información se difunda realmente, en parte para reducir el grado de creciente desconcierto de la carrera, y en parte para tener una base consistente desde la cual debatir. Por ejemplo, muchos estudiantes no saben que la tesina no tiene que estar obligatoriamente relacionada con la orientación elegida, o que puede ser en formato radiofónico o audiovisual y no necesariamente tiene que ser una producción escrita. Por todo esto insistimos y seguiremos insistiendo con la conformación de espacios de discusión, y reclamamos a la Carrera abrir realmente los debates a todos los que conformamos la Comunidad Académica.

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